jueves, 6 de febrero de 2020

¿Cómo los ingleses se volvieron adictos al té?




¿Cómo los ingleses se volvieron adictos al té?


            Pensar en Inglaterra sin el consumo del té es casi imposible en esta época, los ingleses son fanáticos consumidores y lo ingieren en grandes cantidades. Pero no siempre fue así, de hecho el té antes de 1662 era una bebida casi desconocida por la mayoría de los ciudadanos del país.

Su consumo se inició por un hecho anecdótico y muy poco creíble, el entronizado rey Carlos II, hijo del decapitado Carlos I, tras la guerra civil entre la corona y el parlamento que llevo a Inglaterra a una dictadura religiosa – militar por parte de Oliverio Cromwell, a su regreso a Inglaterra después de la muerte del despótico tirano,  contrajo matrimonio con la princesa Catalina de Braganza, hija del rey de Portugal, como muchos matrimonios de la época este era por conveniencia, ya que ambos reinos se beneficiarían con una alianza económica, militar y política en contra del enemigo común, España.
El hecho es que la joven princesa salió de Portugal con una gran cantidad de cosas y regalos, entre estas, una caja metálica que contenía un muy buen té de Ceilán, que los portugueses habían introducido desde Bombay, la India, su emporio comercial  y que consumían como bebida fría o caliente, aun que sin llegar al nivel de los británicos. Cuando Catalina llegó a la corte de Carlos II siguió con su costumbre de consumir té a diario, pronto el monarca se tentó a probarlo y luego la corte entera. El rey de Portugal enviaba remesas constantemente a su hija y cada vez en mayor medida, ya que se fue expandiendo su consumo entre la nobleza. Tal fue su impacto que Portugal inicio la exportación de este codiciado producto a Inglaterra, esto además se vio favorecido, ya que Catalina traía como dote la ciudad de Bombay en donde comerciantes ingleses se instalaron para iniciar su exportación en grandes cantidades a su tierra.


El éxito del té fue tal que en poco tiempo todas las capas de la población lo consumían a pesar que varios clérigos presbiterianos y puritanos lo condenaban por ser una bebida introducida por los “papistas” de la corte y traída de tierras paganas. Pero nada importo de esas condenas, incluso se crearon festividades con relación al té y se le dio una hora determinada al día para su consumo, a eso de las 4 de la tarde, cuando los trabajadores hacían un momento de descanso de sus faenas.       

2 comentarios:

  1. Ahhhhh!!! Una taza de exquisito té rojo en la mañana para activarse, y durante la noche, antes de dormir, el relajante Earl Grey (eso sí, marca Ahmad), como dice Jean Luc Picard, en la serie de Star Trek "Picard, Jamás falla.

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  2. Ja ja ja, bueno el capitan Picard era frances en la serie, pero la nacoonalidad del actor ingles

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