EL último discurso del presidente Salvador Allende
¿Fue espontáneo?
Mucho se ha hablado sobre las últimas palabras del extinto presidente de Chile, Salvador Allende G. (1970 -1973), que fue uno “de los mejores discursos de la historia”, “que marcó un hito en los grandes estadistas de Chile”, entre otras tantas alabanzas, y si bien, el discurso en sí no carece de belleza estética, calidad oratoria y profundidad espiritual, tacharlo del mejor de la historia es evidente que es una exageración.
No es el interés de este articulo estudiar la calidad del discurso en sí, sino que ahondar en aquel mito que dice que el presidente Allende lo dijo en forma espontanea, y dicho, al alero de las balas y cañonazos del golpe militar, lo que engrandecería más aún estas últimas frases. Por mucho tiempo se ha ido construyendo esta idea, esto es quizás a las cualidades políticas del citado presidente, al fanatismo de muchos de sus seguidores o a la construcción heroica que se ha construido de su persona, más que mal, el propio Salvador Allende dijo: “que era carne de monumento” .
Lo cierto es que para decepción de algunos, el citado discurso no fue construido en el apasionamiento del momento, sino que fue el fruto de una larga meditación, las palabras escritas en papel fueron las ideas maduras de un hombre que sabía que su tiempo de estadista se había acabado, que era cuestión de tiempo para que las fuerzas armadas dieran un <<Golpe de Estado>> en toda forma y regla. Allende esperaba que parte del ejército y los grupos de izquierda afines lo apoyaran, pero no era tonto, sabía que podía existir un escenario extremo, que la gran mayoría de las fuerzas armadas estuvieran en su contra y que los partidos de izquierda como el Socialista, solo se quedaran en una verborrea maximalista, llena de palabras como “revolución”, “lucha”, “guerra civil”, pero que eso fuera todo, y que al final quedara literalmente “solo” frente a su destino, por este motivo escribió un verdadero testamento político, en forma pausada y muy bien estudiada, deseaba que sus palabras fueran un verdadero ejemplo de templanza y coherencia política, como lo fueron el legado de otro presidente, nos referimos a José Manuel Balmaceda, fallecido casi una década antes. Por esta razón, estuvo meditándolo y escribiéndolo durante largas horas, para luego en la última radio que le era adicta, “Magallanes”, pronunciarlo, saco de su bolsillo el papel y comenzó a leerlo con la entonación adecuada de un hombre que sabe dar discursos en todos los escenarios, debajo de una mesa para estar más seguro que una “bala loca” no truncara sus palabras, luego de eso lo guardo, entre medio de sus aladas palabras incluyo cosas que estaban sucediendo en ese momento, esto último ha creado la idea que fue espontáneo. Quien nos relata este episodio es su gran amigo el médico Arturo Jirón Vargas quien fue testigo presencial del hecho, por ser el médico de la presidencia (uno de ellos).
Muerto Salvador Allende y rendido el palacio de la Moneda se abre una gran incógnita que ninguno de sus biógrafos ha puesto ni la más mínima atención y es ¿qué fue del discurso en papel?, cayó en manos del servicio de inteligencia del ejército, fue destruido por algún cercano de Allende o por el mismo, en un arrebato de rabia como hicieran al empujar los bustos de los presidentes, será ahora parte de alguna colección privada, no lo sabemos y probablemente nunca lo aremos, pero así se tejen las historias.
Interesante inquietud la que planteas... te copió aquí un artículo de cómo se rescató luego este discurso radial, emitido por la Radio Magallanes.
ResponderEliminarhttps://www.ciperchile.cl/2008/06/26/la-verdadera-historia-del-rescate-del-ultimo-discurso-de-salvador-allende/
Hola Miguel hace muy poco confirme esta historia, leyendo la biografías de Allende y Pinochet respectivamente de Mario Amoros y Allende una biografía sentimental dónde se desliza el tema de cómo se fraguó este discurso
ResponderEliminar